Mide 37 metros de largo visto en forma horizontal y tiene rasgos estilísticos de la época Paracas tardío
ANDINA/Difusión
15:23 | Nasca, oct. 16.
El sorprendente hallazgo se produjo durante los trabajos de remodelación que ejecutan arqueólogos del Plan de Gestión Nasca-Palpa del Ministerio de Cultura y el personal técnico a cargo de dichas labores, en el Mirador Natural de la Pampa de Nasca.
La
figura era apenas visible y estaba a punto de desaparecer debido a que
se localiza en una ladera de pendiente bastante pronunciada y a los
efectos de la erosión natural. En la última semana se realizó la
limpieza y conservación del geoglifo, el cual muestra la figura de un felino representado con el cuerpo de perfil y la cabeza de frente, cuyos trazos en su mayor parte están bien definidos por una línea de ancho variable, que va de 30 a 40 centímetros.
La figura mide 37 metros de largo, visto en forma horizontal, y los expertos sostienen que sus rasgos estilísticos datan de la época Paracas Tardío.
Es decir, es anterior a las famosas figuras de la Pampa de Nasca, con
una antigüedad de 100 a 200 años antes de nuestra era. Representaciones
de felinos de este tipo son frecuentes en la iconografía de la cerámica y
los textiles de la sociedad Paracas.
El Mirador Natural
corresponde a una colina rocosa que se localiza en una sección de la
Pampa de Nasca, ubicada a la altura del kilómetro 426.4 de la carretera
Panamericana Sur. Recibe ese nombre debido a que alrededor de ella
confluyen numerosas líneas rectas de diferente ancho y longitud
(geoglifos), las cuales se pueden observar desde la cima de la colina.
Técnicamente constituye uno de los centros de líneas más grandes de la
Pampa de Nasca.
El
sector Cultura subtayó que con este descubrimiento se pone en
evidencia, una vez más, el rico y variado legado cultural que alberga la
zona, la cual además se encuentra inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994.
Las Líneas y Geoglifos de Nasca
constituyen las más extraordinarias e inigualables obras del ser
humano. Las figuras, que representan principalmente a animales,
conforman un paisaje cultural con profundo significado y simbolismo,
pues expresan el mundo mágico y religioso de las sociedades
prehispánicas Paracas y Nasca, que durante más de 1,500 años las dibujaron sobre las arenas del desierto y las montañas.
Actualmente
son testimonio del genio creativo de los antiguos pobladores peruanos y
de los singulares conceptos y formas de expresión religiosa que
desarrollaron a lo largo de su historia.
El
Ministerio de Cultura resaltó que, aun en tiempos de pandemia, su
personal sigue contribuyendo con la investigación, la conservación y el
desarrollo turístico de la región, en particular de la provincia de
Nasca.
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