El
ritual que ancestralmente practicaban los antiguos pobladores Wankas,
era para para rendir culto a la madre naturaleza, exactamente en el
manantial considerado pacarina o lugar sagrado que representa el origen
de la vida.
Al inicio, se
realizó el agradecimiento por los favores recibidos a las divinidades
Wankas: Wallallo Karwincho, Mama Pacha, Apu Waytapallana y Pacarina de
Wariwillka, en el adoratorio de Wariwillca ubicado en el anexo de Huari
en el distrito de Huancán a seis kilómetros al sur de Huancayo.
Posteriormente,
el Laya Víctor Vilcahuamán realizó la purificación del Curaca Wanka,
quien tomó agua para adquirir fortaleza y se auguró una buena producción
agrícola. Finalmente, se realizó el pago a la tierra, con los alimentos
sagrados.
El encargado del museo de
Sitio de Wariwillca, Robert Arroyo, dijo que esta vez sólo tuvieron el
apoyo de las municipalidades de Huancán y de Huari.
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